Miradas sin rendición

Imaginario y presencia del universo indígena de México

Expo Bicentenario Guanajuato
Silao, Guanajuato, México

Curaduría: Sergio Raúl Arroyo

Julio 2010

Como parte de las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución, la exposición Miradas sin rendición, Imaginario y presencia del universo indígena de México se propuso abordar desde una perspectiva contemporánea los aspectos centrales —no siempre advertidos y expuestos con suficiencia— del universo indígena de México. Asimismo, se buscó mostrar el complejo entramado de enfoques y objetivos con que la sociedad mexicana ha desarrollado su relación con el indio durante los últimos 200 años.


Con la finalidad de dar a conocer la pluralidad y riqueza cultural del mundo indígena de México, se desarrolló un profundo trabajo de conceptualización e investigación, así como un multidisciplinario proyecto museográfico que generara en el visitante una relación crítica con los elementos que conforman su identidad. Esta plataforma dinámica se construyó mediante la utilización de diversos medios audiovisuales: cine, video y registros sonoros así como objetos arqueológicos y etnográficos, esculturas, fotografías, mapas y obras plásticas. En total se exhibieron más de 900 piezas provenientes de los principales museos de México.

La exposición se dividió en dos secciones. En la planta superior, la sección denominada “La identidad enjaulada” marcó un recorrido cronológico y diacrónico de las diferentes formas de representación concernientes al indio como figura histórica y simbólica.
Por otro lado, en la planta baja se ubicó el núcleo central de la exposición denominado “La libertad de lo diverso”, el cual identificó la pluralidad cultural del México de hoy a través de la organización geográfica de los grupos étnicos y sus expresiones culturales, materiales e inmateriales.

La sala de exposiciones se presentó como una cartografía de México en la cual el mobiliario museográfico, eje vector conectivo del recorrido, aparentaba las sierras montañosas de la república. De esta manera, el visitante tenía la posibilidad de ubicarse geográficamente y recorrer el país a la par que descubría o redescubría la diversidad cultural del mismo. En este sentido, el mobiliario museográfico se convirtió en un lugar de intersección de múltiples capas de información. Así, la vitrina + objeto etnográfico + fotografía + registro estadístico + registro documental en audio y video contextualizaron las piezas a la vez que permitían su resignificación.

Miradas sin rendición expresó un deseo vital: que el visitante no limitara su experiencia emotiva a las piezas exhibidas, ni quedara anclado en un discurso arqueológico carente de dimensión humana. Por el contrario, la muestra fue un intento por propiciar un eco interior que fuera más allá de lo inmediato y que implicara una reflexión solidaria sobre una de las experiencias más importantes de la realidad mexicana: su universo indígena.

Centro de documentación

Para poder preservar la memoria de la investigación previa, así como una forma de ampliar la información para el visitante, se diseñó y programó un centro de documentación en el cual se encuentra desplegada la totalidad de la investigación realizada para este proyecto. El contenido de este centro es aún más extenso que la propia exposición.

La propuesta gráfica

El sólo nombre de la exposición y todo lo que él evocaba, permitieron implementar una propuesta gráfica con una gran fuerza visual. La creación de un logotipo inspirado en el rombo y toda la carga simbólica que tiene esta forma para la mayoría de los pueblos indígenas, desde la representación de los cuatro puntos cardinales o los cuatro elementos – tierra, aire, agua y fuego- hasta la evocación de un ojo de dios huichol, funcionó para evocar esa “otra” mirada.

La propuesta tipográfica con giros, vértices prominentes y diagonales, pretendía comunicar de manera muy dinámica, la idea de la permanencia y resistencia que estas culturas han tenido a través de la historia de México.