El Gobierno de la Ciudad de México y el Ayuntamiento de Madrid impulsaron esta exposición museográfica binacional con el objetivo de reconocer las relaciones hispano-mexicanas que dieron pie a la acogida del exilio republicano en México.
Se trató de una exposición orientada al conocimiento integral del papel que desempeñó el exilio republicano en la vida cultural de México, presentándolo como uno de los factores históricos que incidieron en el desarrollo de la capital y del país. Desde esta perspectiva, se hizo visible la presencia del exilio en un extenso horizonte cultural que abarca no sólo los aspectos académicos, sino también otros órdenes (testimonios de vidas concretas, epistolarios, información estadística, aspectos gremiales, etc.) los cuales amplían el sentido mismo del concepto cultural y acentúan su dimensión humana.
En este sentido, Exilio español en la Ciudad de México. Legado cultural ofreció claves para la comprensión de los que fue una de las mayores experiencias humanas relativas a la apertura hacia los perseguidos a causa de sus ideas políticas y de cómo ese hecho se convirtió en un factor de transformación, desarrollo e imaginación, sobre todo de la Ciudad de México. La exposición se enfocó en demostrar cómo la generosidad mexicana fue correspondida con un ingente trabajo en prácticamente todos los ámbitos de la vida del país que, aún hoy en día, es un espejo en el que la cultura mexicana se vio a si misma y encontró nuevos referentes.
La exposición se articuló en cinco núcleos temáticos – Mexico ante la guerra civil española, Recepción de refugiados, La ciudad de los refugiados, Legado del exilio y Exilio sin fin – en los cuales se ubicaron más de 700 objetos, en su gran mayoría procedentes de colecciones particulares de familias de exiliados. La propuesta museográfica buscó exhibir desde una perspectiva contemporánea estos materiales, por lo que ideó una instalación que funcionaba como una cartografía de la Ciudad de México con los sitios emblemáticos del exilio los cuales se incorporaban a los muros expositivos y al mobiliario. Con estos elementos, se ubicó geográficamente al espectador, al tiempo que se evidenció el intercambio cultural entre la capital y las personas que llegaron a habitarla.
La muestra formó parte del conjunto de actividades con las que el Gobierno Federal, el Gobierno de la Ciudad de México y diversas instituciones conmemoraron el 75 Aniversario del Exilio Español en México.