El objetivo de esta exposición fue contar nuevamente una historia que sucedió hace 80 años a la luz de nuevos documentos que estuvieron inaccesibles por casi 50 años en la Casa de Frida Kahlo.
La historia: Diego Rivera, un artista abiertamente socialista, fue contratado para elaborar un mural en el edificio principal del Centro Rockefeller que se construía en plena crisis financiera en EU. La relación entre el muralista y la poderosa familia estuvo llena de tensiones y tras un conflicto mayor, terminó en la destrucción del mural y el regreso de Diego Rivera a México.
Esta exposición no pretendió tomar partido sino poner los elementos a la vista para que los visitantes conocieran los hechos y reflexionaran. La curaduría, la museografía y los elementos de interpretación buscaron promover en los visitantes una lectura propia a lo largo de nueve salas que presentaron a los actores, sus contextos, el conflicto y las repercusiones de esta apasionante historia.
Debido a que a su muerte, Diego Rivera, dejó instrucciones precisas para que no se permitiera que la colección abandonara los museos, la exposición presentó facsimilares de obras, fotografías y documentos originales. Esto a su vez nos permitió presentar diferentes formatos para comunicar la importancia y la fuerte presencia de los murales y de los personajes involucrados y de esa manera narrar esta historia con el mayor contexto posible.